La adicción a los videojuegos se ha convertido en un problema significativo en todo el mundo. Lo que comienza como una forma de entretenimiento inofensiva puede transformarse en una dependencia que afecta negativamente todos los aspectos de la vida de una persona. Los síntomas incluyen la pérdida de interés en otras actividades, problemas de sueño, y aislamiento social. Este tipo de adicción no solo impacta la salud mental, sino también las relaciones personales y el rendimiento académico o laboral.
Los videojuegos están diseñados para ser atractivos, con recompensas inmediatas y la posibilidad de socializar con otros jugadores en línea. Sin embargo, cuando se juega en exceso, estas mismas características pueden llevar a un comportamiento compulsivo. Las personas que sufren de adicción a los videojuegos a menudo pierden el control sobre el tiempo que pasan jugando, lo que puede resultar en problemas financieros, de salud y de relaciones.