Prevenir la adicción a los videojuegos es un desafío que requiere la colaboración de padres, educadores, y la comunidad en general. La educación sobre los riesgos asociados con el juego excesivo es fundamental para crear conciencia entre los jóvenes y sus familias. Establecer límites claros y fomentar un uso equilibrado de los videojuegos puede ayudar a evitar que el juego se convierta en una adicción.
Las escuelas también tienen un papel importante en la prevención, proporcionando información sobre los efectos de la adicción a los videojuegos y promoviendo actividades extracurriculares que no involucren el uso de pantallas. Además, las campañas de concientización pública pueden ayudar a difundir información sobre los riesgos de la adicción a los videojuegos y las estrategias para mantener un equilibrio saludable.