“Me dieron 126 mil pesos para la luz. Soy madre de dos hijos discapacitados. Uno de ellos tiene problemas de visión y necesita medicamentos que deben estar refrigerados. Por eso y por muchas razones más, te imaginarás, necesito tener luz eléctrica”. La narradora es una vecina del departamento Juan Bautista Alberdi, al sur de la ciudad de Tucumán, el lugar que fue noticia a principios de semana por las protestas en respuesta a los brutales aumentos en las facturas de la luz.
Este lunes y martes un grupo de vecinos prendió fuego a neumáticos en las puertas de la sucursal de EDET, la empresa distribuidora de electricidad de Tucumán. Esa fue la forma que encontraron para canalizar su desesperación ante las facturas que empezaron a llegar desde los primeros días del mes. En algunos casos, alcanzaron cifras de más de la mitad del salario promedio de un trabajador asalariado. Hogares de bajo consumo y bajos ingresos fueron condenados a pagar 200 mil pesos por el consumo eléctrico. Como el caso de una vecina que denunció que abonó 13 mil pesos. “Pero de repente me llegaron 140 mil pesos”. Otro vecino de Alberdi dijo: “Me llegaron 270 mil pesos. La última vez pagué 50 mil. ¿Y en diciembre cuánto me van a dar? Me dan una pensión de 300 mil pesos. Pago la luz y me quedo sin nada en el bolsillo”..
Como consecuencia de la política de desregulación de precios, quita de subsidios y el llamado ordenamiento fiscal que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, entre noviembre de 2023 y agosto de este año, el precio relativo de los servicios públicos aumentó más en las regiones más pobres del país, el noroeste y el noreste. Es decir, en las provincias con menos recursos. Así lo detalló el informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). En ese período, se registró un aumento relativo del precio de los servicios públicos “regulados” –como el transporte y las tarifas de electricidad y gas– respecto del resto de los bienes y servicios que se consumen en la economía. El índice de precios regulados que mide el Indec creció 221,3 por ciento entre noviembre de 2023 y el mes pasado. Y en ese mismo período, el precio relativo de los servicios públicos subió 30,3 por ciento.
Un aumento mayor que en el resto del país
En este informe, el análisis por regiones muestra que en tres regiones del país el precio relativo subió más que el promedio nacional. Es decir, se da la cruel paradoja de que donde más aumentaron los servicios públicos fue en la región noroeste, con un alza del 50 por ciento. Se trata de las provincias con menos recursos de Argentina: Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero y, precisamente, Tucumán.
Ante estas cifras, resulta curioso que localidades como ésta, que ocuparon los medios locales y algunos portales de noticias nacionales, no sean moneda corriente ni una respuesta extendida por todo el territorio. Al ser preguntado por este diario sobre qué fue exactamente lo que explotó en la localidad que lleva el nombre de uno de los héroes más citados por el presidente libertario, Carlos Raimundi, uno de los vecinos que participó en la protestarespondió: «Es una situación de cansancio y desesperación, un clima que se siente en toda la provincia. Fue un incendio en el que La mayoría eran mujeres y muchas de ellas eran mujeres mayores. La situación se viene caldeando por el deterioro de las condiciones de vida desde hace meses, lo cual es gravísimo. Y a eso hay que sumar el clima que se generó en las últimas dos semanas por la desaparición de la niña en Río Seco”. Raimundi se refiere a Luján Nieva, una niña de once años, que fue al comercio y nunca regresó.
«Dejad que el gobernador tome el mando»
“El gobernador de la provincia también tiene que hacerse cargo de todo esto. Todas las autoridades que han sido electas tienen que estar dándole soluciones a la gente”, agregó otro vecino, refiriéndose directamente a Osvaldo Jaldo. Durante toda la semana, ningún representante del gobierno provincial se refirió al tema, ni hubo ningún tipo de declaración oficial pese a la magnitud y repercusión nacional que tuvo la manifestación.
El mismo vecino que durante la protesta del pueblo se refirió a la ausencia del gobierno provincial ante los medios locales, en conversación con este diario invitó a los ciudadanos de otras localidades de la provincia «a Organizarnos y salir a las calles para defender los derechos constitucionales “Lo que está en juego es lo que hoy vienen con estas facturas, mañana vendrán a saquear otros recursos, mañana por el agua, el oro, el litio”.
Desde primera hora de la mañana del lunes, el concejal Albano Loru Encabezó la protesta. Dijo que estaba allí, a las puertas de la empresa, para apoyar a los residentes que se habían organizado para presentar su queja a la compañía eléctrica. Los representantes de EDET se negaron a recibirlos durante varias horas.
“No es justo que tengamos que decidir entre comer, comprar medicinas o si vamos a venir a depositar todo nuestro dinero de nuestros bolsillos aquí en la empresa para pagar un servicio que es irregular e inútil. Nosotros vamos a estar aquí acompañando a los vecinos hasta que encontremos una solución a este problema”, dijo Lorú.
«Si tenemos que ir a la sede provincial, iremos a la sede provincial. Y si tenemos que ir a la Nación a decirle a Milei que tenemos una soga al cuello, lo haremos», gritó ya dentro del salón de recepción de la empresa eléctrica. Y poco después recibió un golpe de bastón de infantería en la vereda.
Algunos vecinos pudieron hablar con un administrador de EDET llamado Juan Carlos Rodríguez, quien sostuvo que la situación “es complicada en todo el país”. Asimismo, afirmó que los precios se incrementaron porque “la Secretaría Nacional de Energía así lo determinó a través de distintas disposiciones”.
Los manifestantes habían pedido a la empresa de servicios públicos que no les cortara el suministro durante 90 días por falta de pago. EDET se comprometió a dar una respuesta ese mismo lunes, pero al menos al momento de escribir esta nota, la respuesta no había llegado. La propuesta de la empresa era revisar que las facturas realmente reflejaran lo que marcan los medidores. Y además, la financiación en seis cuotas de estas últimas facturas. Una solución insólita: cuando los vecinos preguntaron qué pasará con los precios del servicio en las próximas facturas, a medida que se acerque el verano y cómo se supone que deberán pagarlas, la respuesta del administrador fue «vamos a tener que reducir el consumo».
«Aquí comemos o pagamos la luz y morimos. Durante la protesta hubo jubilados que fueron golpeados y resulta que los grandes dirigentes no hacen nada. Yo gano 400 mil pesos y mi recibo de luz fue de 170 mil pesos», lamenta un vecino de Alberdi. “Aquí hay jubilados que ganan 230 mil pesos y ahora tienen que pagar 170 mil pesos sólo por la luz. Y aquí también hay políticos que han sido recientemente elegidos por el pueblo y casualmente son accionistas de EDET. Como dicen: juez y parte”..