En el marco de un consenso general de encuestadores más y menos afines al Gobierno sobre una fuerte ruptura en la consideración social de Javier Milei, hay un trabajo en particular que aporta los datos más duros sobre la gestión económica: según una encuesta a la que tuvo acceso Página I128 de cada 10 encuestados cree que la inflación no ha disminuido respecto al año pasado. El dato es un golpe directo a la narrativa de un gobierno que viene citando como éxito una política de desinflación que, mediante un ajuste furioso y una depresión económica, moderó estadísticamente los aumentos de precios. Todo mientras en la calle la sociedad percibe lo contrario.
La encuesta fue realizada por la encuestadora Tres Punto Zero, a cargo de Shila Vilker, junto a la experta en comunicación política Julieta Waisgold y refleja también que La inflación vuelve a subir con fuerza entre las principales preocupaciones de la poblaciónEl problema de la liberalización total de la economía, la caída de los salarios y el aumento vertiginoso de los precios de los servicios públicos y otros precios regulados, está asestando un duro golpe a las economías familiares, casi sin distinción.
«¿Cree que los precios han bajado respecto al año pasado?», pregunta el sondeo: un 77 por ciento responde que no, un 20 por ciento que sí y un 3 por ciento que no sabe. Los datos más contundentes, en este contexto, se suman cuando se pregunta a los votantes de los distintos candidatos. El más destacado es que un 60 por ciento de los votantes de Milei cree, a diferencia de lo que vende el Gobierno, que los precios no han bajado respecto a 2023.Entre quienes apoyaron a Patricia Bullrich, más de la mitad (51 por ciento) dice que la inflación no está bajando. Son cifras altas porque ambos perfiles son parte del oficialismo.
Para Milei no es un problema, para la gente sí.
La situación inflacionaria pasó del 12,3 por ciento dejado por Sergio Massa al 4,2 por ciento el mes pasado, luego de que Milei devaluara en diciembre y elevara el IPC al 25 por ciento en diciembre de 2023.El problema es que la liberalización de los precios generales y los aumentos en tarifas, planes de salud prepagados, alquileres, gasolina, peajes y escuelas, entre otros, son hasta 300 por ciento superiores al IPC y siguen subiendo. Esto hace que nadie en la calle vea una deflación, lo que además es inconsistente porque se trata de un dólar intervenido y desactualizado.
En este contexto, la encuesta de Vilker y Waisgold también muestra que la inflación ha vuelto a convertirse en un importante motivo de preocupación. Para esa medición, el principal problema para los encuestados es la Pobreza, con un 31,8%; seguido de la Corrupción, con un 26 por ciento. A continuación, la Inflación, con un 25,1 por ciento..
El dato más llamativo es que en agosto la preocupación por el aumento de precios se situó en 14,9, es decir, subió 10 puntos en tan solo un mes. “La narrativa del Gobierno sobre la caída de la inflación es vulnerable”La obra señala.
El consumo, víctima del ajuste
En este escenario, con poco dinero en los bolsillos de la gente, es el consumo el que sufre. La Cámara Argentina de Comercio (CAC) informó que, en agosto, El Indicador de Consumo mostró una caída de 7,8% en la comparación interanual (a/a), “lo que implica una disminución desestacionalizada de 1,8% respecto al mes de julio (es decir, descontando los efectos estacionales habituales del consumo a lo largo del año)”.
La CAC explicó que este indicador “refleja la evolución de la consumo de bienes y servicios finales de los hogares con carácter mensual, ampliando y complementando los aportes de información que realiza la Cámara para el seguimiento del comercio y la actividad económica”.
La entidad que preside Natalio Mario Grinnman manifestó que “De esta forma, el IC acumula un descenso del 6,4% interanual en los ocho primeros meses del año, en línea con el deterioro del consumo experimentado en los últimos meses”.
Finalmente, la cámara agregó que “esto ocurre en un escenario económico donde la inflación se aceleró levemente, marcando una tasa superior a la del mes previo. En agosto de 2024, la tasa mensual fue de 4,2%, con una tasa interanual de 236,7% y una tasa acumulada anual de 94,8%. Una ligera aceleración de la inflación durante el mes de agosto afectó negativamente al consumo”. Asimismo, concluyen que «aunque el mantenimiento de la clavija de arrastre indica que la inflación podría estabilizarse relativamente en 2024, el aumento de las tarifas de transporte público y agua para septiembre podría acelerarla nuevamenteEn este escenario, la evolución del tipo de cambio y de las tarifas de los servicios públicos serán determinantes para establecer el impacto neto que tendrá la inflación sobre el ingreso real de los hogares y, por ende, sobre el nivel de consumo que estos puedan alcanzar”.