El semana de gloria Aquel River cerró el martes pasado todavía tenía reminiscencias en los alrededores del estadio Monumental. La euforia del público asistente se notaba en cada rincón, y la expectativa por un día más de emoción era enorme.
El complicado presente que estamos atravesando. su mayor rival También fue otro punto de disfrute para la afición, que mantiene muy cerca lo ocurrido en La Bombonera. El ímpetu anímico se apaciguó, sin embargo, desde los primeros instantes del duelo ante Talleres.
el error de Paulo Díaz, El hecho de que intentara controlar el balón que le había regalado Pezzella, cuando se le coló en la puerta del área, fue un aviso para la gente. El antiguo río GirottAproveché para aprovecharla, eludir a Armani y rematar con la portería vacía para marcar el primer gol.
Los cordobeses se presentaron con un planteamiento inteligente: los volantes no les permitían recibir cómodamente el mediocampistas locales, y de esa manera rápidamente se hicieron con la posesión del balón. Una vez que lo consiguieron, lo jugaron con precisión, buscando la subida de los hombres más abiertos, para llegar al área desde fuera.
Las jugadas que crearon derivaron en entregas peligrosas al compañero que llegaba por el centro. Armani, De esta forma, tuvo que ser exigido en varias ocasiones. River quedó sorprendido por la actitud de su rival y le faltaron ideas para revertir esa situación.
El mayor problema de River fue que no tuvo opciones de rematar al arco. Ignacio Fernández Fue el primero que pudo intentar en ese aspecto, cuando se jugaban 40 minutos. El balón salió cerca del poste tras rozar a un defensor de Córdoba. River exhibió un nivel muy bajo durante toda la primera mitad.
La posición de River cambió en el segundo tiempo. el equipo Avanzó unos metros hacia el campo, y trasladó el partido al campo visitante. La falta de presencia en la zona media fue el mayor déficit que había tenido y lo corrigió con Acuña ubicándose en la zona del mediocampo.
El campeón del mundo se mostró como una salida permanente por la izquierda y Talleres tenía un problema que resolver. Lanzini Estuvo cerca de igualar en los primeros minutos, pero su disparo se marchó por encima de la portería.
Gallardo reemplazó a los volantes de recuperación (Simón y Kranevitter) para reforzar ese sector, y sirvió para Al menos presionar para la salida de los cordobeses. La opción más clara que logró River fue un disparo de Fernández que pegó en el travesaño, y el resto fueron acercamientos sin mucha claridad. El final le encontró lleno de impotencia, en busca de una igualdad que no llegó.