Entre el próximo jueves 17 y el sábado 19 de octubre, dos asambleas delinearán buena parte del rumbo futuro del fútbol argentino. En esas setenta y dos horas claves, el jueves 17, la Asamblea General de la AFA extenderá por aclamación el mandato de su presidente Claudio Tapia hasta octubre de 2028 y de igual manera eliminará los dos descensos previstos para este año a la Primera. Nacional con el propósito de que en 2025 haya treinta equipos en la máxima categoría.
Dos días después, bajo las gradas del estadio en 1 y 57, El titular de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón, explicará por primera vez en público a los integrantes de la institución los alcances del acuerdo que negocia con el inversionista estadounidense Foster Gillet para que pueda dotar al club de una aportación de capital de alrededor de 150 millones de dólares.
Todo debe leerse en el contexto de la lucha por la creación de corporaciones deportivas. La reelección de Tapia, la eliminación de los descensos y el campeonato de una treintena de clubes para el próximo año pretenden ampliar la base de apoyo político del presidente de la AFA y no dejar a nadie fuera o insatisfecho. Con los leales y con los que se alinean con él, Tapia es generoso, les da lo que le piden. Y como nadie quiere ir al descenso, qué mejor que quitarles una vez más ese peso a los líderes que les siguen.
La modificación del reglamento sobre la marcha y en función de conveniencias momentáneas es parte del estilo político del presidente de la AFA.. Quienes se avergüenzan porque en los escritorios a veces obtienen más ventajas que en el campo, sólo lo hacen en voz baja. En público, la próxima semana votarán los cambios con los dos brazos en alto. La gobernabilidad del sistema exige ese espesamiento y Tapia lo concederá gustoso.
Dos días después de este rotundo respaldo, Verón dará la cara en Estudiantes y adelantará las directrices generales de un proyecto que prevé firmar con todo lujo de detalles en el mes de noviembre. Y que algunos integrantes no terminan de digerir. Estudiantes no dejará de ser una asociación civil sin fines de lucro. Y eso ha quedado muy claro. Pero incorporará a Gillet como socio estratégico que pondrá una fortuna sobre la mesa para fortalecer el plantel profesional, techar y cerrar el estadio, mejorar la infraestructura social y deportiva del City Bell country y construir tres centros de captación de jugadores infantiles y juveniles en el sur del Gran Buenos Aires.
Por contrato, el quince por ciento de la inversión del magnate estadounidense (algo así como 22 de los 150 millones) Se utilizaría con fines sociales y culturales. Por tanto, ninguna de las actividades extrafutbolísticas de la institución parece estar en riesgo. Para lograr todo esto, Estudiantes no formará parte del próximo Comité Ejecutivo de la AFA. Los dos modelos son incompatibles y la próxima semana volverán a dejar claro luego de setenta y dos horas que será clave para anticipar lo que viene para el fútbol argentino.