Investigadores de la Universidad de Essex han identificado la existencia de al menos 14 genes que facilitan la pérdida de peso. Las personas con estos “genes delgados” perdieron hasta el doble de peso con la misma rutina de ejercicio y alimentación que quienes no los tenían. Los resultados fueron publicados en la revista. Investigación trimestral sobre ejercicio y deporte.
Para medir la eficacia de los genes delgados, los científicos sometieron a un grupo de pacientes de entre 20 y 40 años a una rutina de carrera de media hora, tres veces por semana, durante ocho semanas. Cuando concluyó el experimento, algunos de ellos perdieron hasta cinco kilogramos, mientras que otros se limitaron a perder sólo dos kilogramos. Después de la medición, cada participante se realizó una prueba de ADN.
Los que perdieron más peso tenían el gen PARGC1A. La ciencia ha determinado previamente que desempeña un papel crucial en el metabolismo energético del cuerpo. Según el comunicado de la universidad, el 62% del peso perdido en el experimento estuvo relacionado con este gen, mientras que el 37% restante se debió a factores de ejercicio y estilo de vida. Otros genes relacionados con la pérdida de peso acelerada incluyen CPTT1B, HCP5, SMAD3, PPARGC1A, CPT1B, BDNF, POU3F2, TDRD9, VRK2 y LIN28B.
La clave es el ejercicio.
La medicina afirma que el peso corporal fluctúa significativamente debido a las condiciones genéticas del cuerpo. Por supuesto, el consumo excesivo de calorías y un estilo de vida sedentario harán que una persona aumente su índice de masa corporal (IMC), pero son sus genes los que determinarán la rapidez con la que lo haga.
Lo mismo ocurre con la reducción de medidas de la ropa. La fórmula general de los nutricionistas dice que es el déficit calórico (gastar más energía de la que se consume) lo que hará que una persona adelgace. Esto puede aumentar si se agrega ejercicio. Sin embargo, no todas las personas pierden los mismos kilos en el mismo periodo. El estudio reciente tuvo como objetivo encontrar los marcadores genéticos que distinguían a aquellos que redujeron su IMC de manera más extensa.
Aunque se confirmó, una vez más, que la genética puede predisponer a un cuerpo a ser delgado, el cambio no se realizará si el cuerpo no se activa con una rutina de entrenamiento. “Destacamos algunos genes importantes asociados con la eliminación de centímetros del vaquerospero es importante recordar que los genes no harán nada sin ejercicio y cambios en el estilo de vida, ya que todos están interrelacionados. Sin intervención, no mostrarán su verdadero potencial y entonces no importa qué genes tengas», afirmó el Dr. Henry Chunginvestigador principal del trabajo.
La obesidad es un problema de salud mundial que va en aumento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 una de cada ocho personas en el mundo será obesa. 2.500 millones de adultos tenían sobrepeso y, de ellos, 890 millones eran obesos. El exceso de IMC puede provocar enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y problemas respiratorios.