El director ejecutivo de Anses, Mariano de los Heros, anticipó que en 2025 prevé mantener el bono que reciben todos los meses los jubilados que perciben el mínimo en 70.000 pesos. Esto reforzará la pérdida de poder adquisitivo de los activos también en el segundo año de gobierno de Javier Milei. Además, el funcionario confirmó que no extenderán la actual moratoria de pensiones, que vence en marzo próximo, tema que generó discusión cuando el Congreso rechazó su incorporación al paquete fiscal aprobado. En cuanto a las asignaciones familiares, dijo que aún no se define el índice de actualización.
De los Heros participó el martes en la defensa del Presupuesto 2025 ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados y anticipó, ante preguntas de los legisladores, dos iniciativas del organismo que preside con poca gracia para los adultos mayores. Por un lado, aseguró que quienes ganan el salario mínimo seguirán recibiendo el bono de 70.000 pesos, que “se proyecta que continúe, pero sin ajuste por inflación”. Por otro lado, sobre la moratoria de pensiones que rige hasta marzo de 2025, afirmó que “no es voluntad del gobierno extenderla”. Esto deja sin cobertura a los sectores sociales más vulnerables y confirma la estrategia del Gobierno: ir en contra de quienes ganan ingresos mínimos, negándoles el derecho a recibir una compensación por tantos años de trabajo y esfuerzo.
La decisión política de otorgar aumentos de suma fija a los jubilados se implementó en el gobierno de Alberto Fernández, ante un escenario crítico de aceleración inflacionaria y estancamiento de los salarios formales, que guió los aumentos salariales siguiendo una fórmula de movilidad, luego derogada. Dicho bono fue actualizado progresivamente de manera que efectivamente supusiera un alivio en términos retributivos. La gestión de Milei mantuvo esa política, otorgándole en enero un bono de 50.000 pesos, en febrero de 55.000 pesos y en marzo de 70.000 pesos, pero de ahí en adelante no se modificó. Esto implicó una pérdida (adicional) del poder adquisitivo de los pensionados más bajos.
Por ejemplo, entre marzo de 2024 y septiembre la inflación acumulada fue de 33 por ciento, pero el bono se mantuvo sin cambios. Es decir, en septiembre equivale a 46.900 pesos. Si el mismo cálculo se realiza ponderando la inflación proyectada en el Estudio de Expectativas de Mercado que publica el Banco Central para el resto del año, El bono terminaría equivaliendo a 37.100 pesos en diciembre. Esta pérdida de valor real continuará en 2025 como se prevé en el proyecto de ley de Presupuestos para 2025.
La jubilación mínima era de 244.320,56 pesos, y con el bono ascendió a 314.320 pesos en octubre de este año. Es decir que aún con el refuerzo son cifras de miseria que son necesarias para alcanzar el superávit fiscal tan proclamado por el Gobierno. En 2025, el objetivo del Gobierno es alcanzar un superávit equivalente al 1,3 por ciento del PIB, aunque las clases sociales más afectadas tendrán que pagarlo.
Un informe de la Centro de Economía Política Argentina (CEPA) Estimó que para diciembre de 2025, los jubilados que reciben el mínimo habrán visto recortados un total de 97.446 pesos al mantener constante el bono de 70.000 pesos y dada la inflación (bastante optimista de 38,4 por ciento) proyectada en el Presupuesto. Es decir, la pérdida real probablemente será aún mayor. En cuanto a la indexación de activos, a partir del próximo año las jubilaciones y pensiones se actualizarán en función de la inflación con un rezago de dos meses, tal como lo dispone actualmente el DNU 274, impulsado por el presidente Milei y que tendrá fuerza de ley.
Para el asignaciones familiaresque acompañaba a la indexación de las prestaciones jubilatorias en función de la fórmula de movilidad, aún no está claro el mecanismo de actualización que seguirá el Gobierno ni los índices que se contemplarán. Esto significa que estas partidas serán consideradas como “gastos sin ajuste automático” y por tanto podrán ser modificadas a voluntad por el Gobierno con el objetivo de cumplir con la “regla fiscal”, tal y como se prevé en el Presupuesto. En ese sentido, el titular de la Anses reconoció que «pueden haber distintos índices de aumentos, pero se están desarrollando».
En cuanto a la moratoria de pensionesque vence en marzo de 2025, la respuesta del titular de Anses fue que no piensan prorrogarlo. En la discusión de la Ley Base y el paquete fiscal, el Gobierno había querido derogarlo pero la propuesta fue resistida en el parlamento, ahora se propone darle cauce a través de la aprobación del Presupuesto. Actualmente, la moratoria permite que cerca de 9 de cada diez mujeres y 8 de cada diez hombres accedan a una jubilación mínima, según cálculos de CEPA. Para estas personas que no cumplan con el umbral legal de años de aportes, el Gobierno ofrecerá una Pensión Universal para las Personas Mayores (PUAM), que equivale al 80 por ciento de la jubilación mínima y no es pensionable.