La propuesta de Ley de Presupuesto de 2025 es uno de los más realistas presentados hasta el momento, en el sentido de que no prevé alcanzar un ideal perseguido por la política económica -la reposición de fondeo en el mercado de capitales versus avances temporales del BCRA, por ejemplo- sino que busca consolidarse. Resultados 2024: el ajuste continuará. Además, el Gobierno quiere institucionalizarla mediante la “regla fiscal”. Jubilados, clase media (ante la reducción de subsidios y pago de mayores impuestos) y beneficiarios de asignaciones familiares volverán a pasar por la motosierra.
Un tercio del superávit fiscal obtenido en lo que va de 2024 reposó en el ajuste de jubilaciones y pensiones, y otro 30 por ciento en el freno a la obra pública. Rubros que afectan directamente a sectores vulnerables, adultos mayores y trabajadores de la construcción. 17 por ciento derivó de menores subsidios que comenzó a pagar principalmente la clase media. Mientras que el 21 por ciento derivó de una mayor recaudación del Impuesto País y Derechos de Exportación, según cálculos de la consultora LCG. Este esquema se mantendrá en 2025, el Gobierno buscará mantener el equilibrio financiero y el superávit primario pasaría de 1,5 del PBI este año a 1,3 en 2025.
Ingresos esperados
Al analizar el Proyecto de Ley de Presupuesto (PLP) 2025, se observa que el ingresos totalesproyectado en 15,2 por ciento del PIB, así como el gasto primario, en 16,5 por ciento, sufrirán pocas variaciones en su magnitud pero verán modificada su composición.
En términos de ingresos, destaca la eliminación del impuesto PAIS (0,76 por ciento del PBI) y las variaciones en Bienes Personales (0,08 por ciento), que serían compensadas con la recomposición del Impuesto a la Renta a la cuarta categoría (gana 0,63 por ciento del PIB). PIB versus 2024) y aumentos de Derechos de Exportación (ganancia 0,47).
De hecho, la presión tributaria, es decir, el peso de los impuestos totales sobre el PBI, apenas aumentará en 2025: pasaría del 22,37 por ciento en 2024 al 22,92 por ciento del PBI en 2025.
Los analistas dudan de la veracidad del supuesto cobro por Derechos de exportación en un contexto de caída de los precios internacionales de los productos primarios y una apreciación real que amenaza las ventas. También el supuesto de un crecimiento del PBI del 5 por ciento en 2025 pone en jaque las estimaciones de recaudación: es una práctica común en el diseño de esta Ley, como lo es subestimar la inflación, para luego tener mayor discrecionalidad en el uso de una parte de los recursos.
Recortes de gasto
El «regla fiscal”presentado en el artículo primero supone que, para preservar el equilibrio financiero en todo el Sector Público Nacional, cualquier recorte de ingresos debe ser compensado por una necesaria reducción de gastos que no están sujetos a un mínimo legal. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió tempranamente que esta disposición -que el Gobierno también planea incorporar a la Ley de Administración Financiera- es inconstitucional.
Los principales gastos «no automáticos» son las prestaciones de jubilación, las asignaciones familiares, las remuneraciones públicas y las transferencias a universidades para el pago de salarios e intereses de la deuda, advierte un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CPO).
En ese sentido, el proyecto incorpora un ruidoso artículo 68 que elimina la movilidad de las asignaciones familiares que, hasta ahora, acompañan a la de las jubilaciones. El Gobierno de Milei no despidió a la AUH sino todo lo contrario: entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, la AUH creció 103,8 por ciento en términos reales (dado el aumento de principios de año y deflactada por el índice de precios de la Agricultura y la Alimentación). Bebidas que aumentaron menos que la inflación minorista), y si el monto conjunto de AUH y Tarjeta Alimentar Para un niño, el aumento fue de 44,3 por ciento en términos reales, según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP). Como todavía quedaba tela por recortar, el Gobierno tiene como objetivo las asignaciones para 2025.
En cuanto a la jubilacionesla actualización de inflación con dos meses de retraso que actualmente está vigente tomará fuerza de ley gracias al decreto presidencial 274/24. Pero los funcionarios ya han anunciado que se congelará el bono de 70.000 pesos que vienen recibiendo -sin aumento alguno- los jubilados que reciben el mínimo desde marzo de este año. Las jubilaciones mínimas están 3 por ciento por debajo de los niveles de noviembre de 2023 en términos reales, y en el nivel más bajo de los últimos 20 años, advirtió la consultora LCP. El oficialismo también confirmó que no extenderán la moratoria en 2025.
Otro renglón importante en el ajuste propuesto por Milei y su Ministro de Economía, Luis Caputo, son los subsidios económicostanto en transporte como en servicios públicos. Actualmente, la tarifa que paga un usuario promedio cubre el 40 por ciento del costo de la energía eléctrica y el 32 por ciento del costo de extracción de gas, según un informe del IIPE-Conicet. en ello Presupuesto El Gobierno planea llevar esa proporción al 85 por ciento, según mostró la CEPA. Este ajuste impactará en el segmento N1, la clase media, que es el que conserva la mayor cantidad de subsidios.
Gastos fiscales
Si el proyecto de Presupuesto es el de la “regla fiscal”, la última propuesta de Presupuesto 2023 fue la de la «separado» con gastos tributarios que podrían eliminarse y así evitar que el ajuste recaiga sobre los sectores más vulnerables. Estos gastos representan la pérdida de ingresos derivada de las exenciones fiscales y regímenes de promoción económica. En ese año se estimaron en 2,5 por ciento del PBI y el Gobierno impulsó la discusión de la exoneración de Ganancias en jueces y el régimen de ascensos para Tierra del Fuego.
Hacia 2025, el Gobierno introdujo cambios metodológicos que implicaron considerar nuevas exenciones como impuestos incluidos en el monotributo (0,9 por ciento del PBI) y asignaciones familiares para gastos educativos (0,13 del PBI), al tiempo que redujo el costo del régimen de Tierra del Fuego (0,18 por ciento del PBI). por ciento del PIB frente a 0,35 en la estimación de 2023). Por eso, una vez más, la motosierra pasará por encima de la clase media.