La fórmula casi nunca falla: si hay un partido de copa en Brasil, hay episodios de violencia. Esta vez fue en la previa de la semifinal de este miércoles entre Botafogo y Peñarol por Copa Libertadores. Hubo una batalla campal en las playas de Río de Janeiro entre aficionados de ambos clubes, Represión policial a visitantes, vehículos quemados y más de 200 detenidos.
Los disturbios incluyeron la quema de algunas motocicletas y un autobús que transportaba hinchas de «Manya», por parte de un grupo de hinchas de Botafogo, Flamengo y Fuminese. Además, vendedores ambulantes fueron atacados y varios de sus artículos, como tiendas de campaña y tumbonas, fueron saqueados para utilizarlos como proyectiles.
La policía de Río de Janeiro reprimió sólo a los aficionados del equipo visitantecomo suele ocurrir, utilizando balas de goma, gases lacrimógenos y bombas paralizantes para contener la situación, aunque la violencia dejó su huella en las calles de la ciudad.
El gobernador de Río, Cláudio Castro, confirmó que más de 200 personas fueron detenidas después de los hechos. En un mensaje a través de la red social
A su vez, los periodistas uruguayos informan a las personas que llegaron para estar con su equipo que no acudan al punto de encuentro fijado, ya que Peñarol va a intentar fijar otro. Además, que lleguen solos los que puedan y, De ser posible llegar tres horas antes al campo y sin desplazarse a Peñarol, sobre todo familias..