El Gobierno ya definió el programa de intercambios hasta las elecciones de 2025. Esto es hoy. Si las cosas le van bien -en sus términos, con ganadores y perdedores asignados por el plan económico, con características hiperregresivas-, las posibilidades de ganar las elecciones intermedias son realmente grandes. Para eso, tendrían que votar por él quienes seguirán siendo las principales víctimas del proceso: los sectores populares y la clase media empobrecida. Pero puede suceder.
Al menos esa es la apuesta de Javier Milei y el equipo económico. Parten de una certeza. No tienen mejor opción. Consideran que no se puede abrir el tipo de cambio -que dicen odiar tanto- con el nivel actual de reservasnegativo alrededor de 6 mil millones de dólares, ni con la solidez política del oficialismo y sus aliados también en este momento.
Para eliminar los controles sobre el dólar, para que pueda comprarse y venderse libremente, entrar y salir cómodamente del país, no hay que hacer como el gobierno de Mauricio Macri, que puso el carro delante del caballo, explica ahora Luis Caputo, en un reconocimiento tácito del desastre que provocó la anterior vez que fue ministro y presidente del Banco Central en el gobierno de Macri.
Lo que hay que hacer ahora es aguantar los harapos hasta las elecciones, juntar reservas, ganar las elecciones, sacar un buen resultado en la provincia de Buenos Aires y avanzar de lleno a partir del 2026.dicen.
“Si volvemos a hablar dentro de tres meses, las fortalezas y debilidades del programa serán las mismas. Las grandes líneas ya están trazadas. Es difícil que haya noticias superlativas durante mucho tiempo”, evalúa Sergio Chouza, dueño de Sarandí Consulting.
El análisis coincide con lo que el Gobierno afirma públicamente y lo que reafirma en sus presentaciones ante el FMI y los inversores privados. Está por aquí.
todo o nada
“Las elecciones intermedias son binarias. Un buen resultado para el Gobierno es seguir, furor en los mercados y consolidación de la burbuja financiera. El mercado tuvo estos meses un rally alcista muy fuerte, que se sostiene bajo la hipótesis de continuidad del plan Milei. Pero si el Gobierno pierde las elecciones del próximo año, el programa se arruinará. Se puede generar un efecto dominó que acabe en una crisis mayor”, razona Chouza.
Asimismo, hasta entonces queda un año. La cuestión es cómo llegar.. La respuesta de Milei y Caputo es con acciones y con el ancla cambiaria bien clavada en el fondo, para bajar aún más la inflación. Y para retroalimentar las expectativas de que las cosas van bien.
La caída del dólar financiero al rango de 1.150-1.250 pesos, desde 1.350-1.450 pesos el anterior, es un factor clave en esta dinámica. Estabilidad cambiaria con mayores retornos de inversiones en pesos genera ambiente festivo en los mercados. “Para el agricultor que vende su cosecha, comprar más dólares con los pesos que obtiene es sensacional. Aumenta la rentabilidad en dólares”, señala el economista.
“Hoy tenemos un tipo de cambio predecible que ayuda a la deflación. Pero es un tipo de cambio ficticio”, añade, pasando al largo capítulo sobre si el plan es sostenible y a qué coste.
Simplemente porque
El Gobierno insiste en que el tipo de cambio no es ficticio sino un pilar de estabilidadque está logrando sostener de diferentes maneras. Uno fue el lavado de dinero, que proporcionó divisas para las reservas y relajó las condiciones financieras, dando lugar a un verano para las inversiones en bonos y acciones.
De cara al futuro tiene todas las fichas puestas en un triunfo de donald triunfo en las elecciones en Estados Unidos, el 5 de noviembre, para ayudar a desbloquear nuevos préstamos del FMI. En eso Caputo no cambió.
Pero sobre todo, el Gobierno sigue apostando por la dolarización endógena. “Están muy convencidos de que en los últimos años ha habido un acaparamiento de divisas por parte del sector privado muy importante. Ahora, con escasez de pesos y restricciones presupuestarias de las familias, buscan poner a trabajar esos dólares, ya sea quemándolos para pagar gastos corrientes o invirtiéndolos en instrumentos financieros”, explica Chouza.
“Es otro factor de fuga para seguir apoyando un dólar ficticio hasta las elecciones”, insiste.
Por qué no
“La ficción del dólar barato puede durar un tiempo, pero no es consistente”, interpreta Chouza. “Hoy se apoya en base a tres mecanismos. La más poderosa es la combinación del dólar.para mejorar el tipo de cambio de los exportadores, que este año costará entre 18.000 y 20.000 millones de dólares que el Banco Central no pudo atesorar. Es un nivel gigantesco. El segundo mecanismo es intervenciones directas en dólares financierosque existió en julio y agosto y reapareció levemente en octubre. Y el tercero es la liquidez que proporcionaron. dólares de lavado de dinero”.
La continuidad del dólar blend no cuadra con el crédito del FMIya que el organismo exige su remoción como condición para habilitar nuevos créditos. Allí la apuesta del oficialismo es que Trump ayude a Milei como ayudó a Macri, pero no es tan sencillo y de todas formas queda en el terreno de lo desconocido. Trump debería ganar primero.
Las intervenciones en dólares financieros tampoco son del agrado del Fondo Monetarioque pretende acabar con el cepo y liberar el dólar. Finalmente, el blanqueo es un evento de una sola vez.
Por otra parte, lo que no es algo puntual es la formación de un escenario con déficit estructural en la cuenta corriente cambiaria. Ahí radica el problema, afirma Chouza.
En lugar de evitar esta montaña, que es con la que la mayoría de los gobiernos tienden a chocar, la administración Milei le arroja tierra encima. ¿Como? Por ejemplo, con la apertura de las importaciones, a través de la reducción de aranceles y el retiro de medidas para regular el comercio exterior. Eso hará que se gasten más dólares. Junto a eso, la combinación de dólares para los exportadores seguirá reduciendo el ingreso de divisas al Banco Central, independientemente de si hay superávit comercial.
El retraso del tipo de cambio incentiva las importaciones y desalienta las exportacionesespecialmente en el sector industrial. “Con este dólar, la mayoría de las industrias quedan fuera del campo para exportar, especialmente las pymes”, afirma la consultora.
El sector turístico también genera un creciente déficit en divisascon pocos viajeros llegando y cada vez más argentinos saliendo a caminar o de compras por el mundo.
Todo esto amplía el déficit de la cuenta cambiaria corriente. “El Gobierno hará mil martingalas financieras y trucos de magia para sostener la ficción del dólar barato, al menos hasta las elecciones, con un riesgo enorme de que alguien diga que el rey está desnudo, que el plan no cierra, y la burbuja que Fue creado con tanta dedicación que explotó de la peor manera”, completa Chouza.
El tiempo dirá si el programa del partido gobernante podrá sostenerse, como ocurre con los esquemas piramidales. Mientras todo sube, que viva la fiesta. Si se pincha se verá ahí.