Argentina ahorrará alrededor de 2,2 mil millones de dólares para la revisión de las tasas y recargos que cobra el FMI a cierto tipo de deudores, que entrará en vigor el 1 de noviembre. La cifra surge de un trabajo del Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC)encargado de brindar apoyo técnico a los legisladores de la Nación mediante la elaboración de informes y estimaciones de este tipo. El stock de deuda argentina con el FMI asciende a unos 42.181 millones de dólares, cuyos vencimientos se concentran entre 2025 y 2028, según la última renegociación emprendida por el entonces ministro Martín Guzmán.
“Actualmente, el único programa actual de Argentina con el FMI es el Extendido fondo Instalación (FEP) 2022, con una acción valorada al 30 de septiembre de 42.181 millones de dólares”, dice el informe. El país accedió a este préstamo en marzo con el objetivo de recibir nuevos desembolsos que le permitieran cancelar el préstamo multimillonario anterior tomado por la administración macrista: Apoyar (SBA) 2018. Al acceder al SBA, el país terminó de pagar los fondos recibidos bajo la SBA en julio de 2024.
El SAF otorga al país un período de gracia de cuatro años y medio para comenzar a pagar y tiene un máximo de diez años para la cancelación total y gradual de los vencimientos. Así, la primera amortización “tiene fecha de vencimiento en septiembre de 2026 y la última en junio de 2034”, sostiene la OPC. Los desembolsos del SAF se realizan por etapas, en once tramos, y están sujetos al cumplimiento de condicionalidades que se evalúan en revisiones periódicas. Cada desembolso se paga en 12 cuotas semestrales hasta 2034.
Es un escenario de sobreendeudamiento para el país, no sólo respecto de su cuota en el FMI sino en comparación con la disponibilidad de reservas en el Banco Central: las reservas netas son negativas en alrededor de 11.500 millones de dólares a octubre de 2024.
Las últimas concesiones hechas por el FMI en cuanto a sus tasas representan un importante alivio para países como Argentina, con serias dificultades para cumplir con sus obligaciones en moneda extranjera. Estos cambios, debe recordarse, fueron impulsados centralmente por el Premio Nobel José Stiglitz, junto a Martín Guzmán y cientos de economistas que acompañaron con su firma.
Menos tarifas
La tasa de interés que se paga por los préstamos con el FMI se compone de una tasa base y recargos, que se aplican al exceso del saldo total de la deuda del país con el FMI respecto del porcentaje de la cuota de cada nación. Estos recargos también aumentan más allá de un período límite para la cancelación del préstamo. Es decir, existen recargos por importe y recargos por plazo.
A mediados de mes, el directorio ejecutivo del FMI modificó la política de cargos y recargos, que entrará en vigor a partir de 1 de noviembre de 2024. Según el listado elaborado por la OPC, estos cambios consisten en “la reducción del tipo de la tarifa base (del 1 por ciento al 0,6 por ciento), el aumento del umbral sobre el que se aplican los recargos (pasan de un monto al 187,5 por ciento) sobre la cuota del país en el FMI al 300 por ciento) y la disminución de los recargos a plazo del 1 por ciento al 0,75 por ciento”.
Al aplicar las nuevas condiciones, Los intereses que Argentina pagará al FMI entre noviembre de 2024 y agosto de 2034 se reducirían en un 14 por ciento (es decir, en $2.265 millones)por un total de 13.781 millones de dólares, según estimaciones de la OPC. “El monto originalmente previsto a pagar era de 16.046 millones de dólares. El 51 por ciento de la reducción de los intereses proyectados estimados se concentra en los próximos tres años, entre 2025-2027”, completa el organismo.
El informe muestra que los préstamos del FMI más utilizados por los países emergentes –el SAF y el Standby– se financian con fondos de la Cuenta de Recursos Generales del FMI, compuestos principalmente por aportes de capital de los países miembros, llamados cuotas. “En junio de 2018, Argentina solicitó financiamiento al FMI bajo un acuerdo SBA por un total equivalente a 56,3 mil millones de dólares, es decir, el 1,277 por ciento de la cuota de Argentina en el FMI, de los cuales solo se desembolsaron aproximadamente 44,5 mil millones de dólares. (1.000 por ciento de la cuota).”
La decisión de reducir los recargos se tomó gracias a la aprobación de los Estados Unidos, influenciada por la intención de aliviar la carga fiscal sobre Ucraniaque debe afrontar los enormes costes de la guerra con Rusia. Brasil, con su presidente Lula Da Silva a la cabeza, también fue un importante factor de presión para bajar los recargos. Sin embargo, desde la administración Milei rápidamente salieron a quitarse el crédito, tanto el Ministro de Economía, Luis Caputo, como el Secretario de Hacienda, Pablo Quirno, realizaron excelentes publicaciones en sus redes sociales.