• Mar. Mar 25th, 2025

Adolfo Benjamin Kunjuk - Diario Personal

En este rincón digital, exploramos la vida cotidiana con un toque de ironía y humor sutil. Entre noticias y reflexiones, vas a encontrar historias que desnudan las contradicciones humanas, todo contado con la cercanía de una charla entre amigos. Desde lo absurdo de la tecnología hasta los grandes temas que parecen manejados por los que menos entienden, aquí las cosas se dicen como son, sin vueltas y con un guiño cómplice.

¿Es verdad o mentira que Milei tiene superávit fiscal? | Deudas que no se pagan, intereses no contabilizados y recortes de partidas imposibles de sostener



Mientras que el presidente Javier Milei, Ministro Luis Caputo y el batallón libertario en las redes sociales están en una campaña permanente para desprestigiar a los llamados “economistas profesionales”, la mayoría de los atacados validan casi sin cuestionamientos la ficción del superávit fiscal primario (sin la carga de los intereses de la deuda) y del superávit financiero (con el pago de los intereses de la deuda).

Existe un amplio consenso en elogios por un ajuste fiscal inconsistente. Estos mismos economistas se han caracterizado por observar las cuentas públicas hasta el más mínimo detalle, aunque realizaron esta rigurosa tarea durante gobiernos que detestaban.

Ahora, a pesar de la violencia discursiva y el ridículo de sus análisis por parte del universo libertario, respaldan La fragilidad de una cruda estrategia fiscal. y que esconde bajo la alfombra varias maniobras, cuanto menos cuestionables.

el arte de dibujar

Para alcanzar el superávit fiscal trazado, la política del dúo Milei-Caputo tiene tres componentes:

1. No pagar deudas, que en otros momentos políticos se llama por defecto.

2. Ocultar los intereses de la deuda de las cuentas públicas.

3. Aplicar cortes en elementos de muy difícil mantenimiento en el tiempo.

En estas condiciones, definir este desorden en la administración de los recursos públicos como el “mayor ajuste de la humanidad”, como afirmó Milei, es un despropósito analítico.

* Deudas

La Secretaría de Economía no pagó la deuda con empresas energéticas por 600 mil millones de pesos acumulada desde diciembre del año pasado y enero de este año. Entregó bonos públicos a las empresas, con vencimiento en 2038. Estos títulos cotizaban al 50% (es decir, las energéticas aceptaron una pérdida inicial de la mitad de esos activos), y el importe de esta deuda impaga representaba más del doble del superávit . ejercicio fiscal del primer trimestre (270 mil millones de pesos). Algunas estimaciones elevan la deuda total a más de 1 billón de pesos y, aunque las transferencias se fueron normalizando, aún quedan saldos impagos.

Las empresas constructoras tuvieron menos suerte. El Tesoro mantiene una deuda impaga con las principales firmas del sector. Las actas de trabajo impagas acumulan 127.200 millones, según el cálculo realizado por Economía, una fuerte reducción respecto del monto estimado por la Cámara Argentina de la Construcción, que contabilizaba unos 450.000 millones de pesos. En este caso ni siquiera recibieron bonificaciones.

Con estos dos casos, sin necesidad de ampliar a otros esquemas contables, se debe concluir que el superávit fiscal primario es una ficción.

Intereses de la deuda.

Hay otros sorteos de impuestos. El economista Christian Buteler, desde la perspectiva de la ortodoxia, explica que una herramienta clave en la estrategia de deuda de Caputo ha sido la emisión acelerada de Lecaps (Letras de Capitalización del Tesoro), que generan intereses sobre la diferencia entre el precio de emisión y el valor de pago al vencimiento.

Indica que este diseño permite al Tesoro capitalizar los intereses en lugar de registrarlos explícitamente, «lo que altera significativamente el resultado financiero oficial al no incluir estos costes como intereses visibles».

Buteler concluye que la práctica de omitir los intereses de las Lecaps en el resultado financiero “afecta directamente la transparencia de las finanzas públicas”. Este método de capitalización y postergación de pagos permite mostrar un superávit fiscal financiero que, en realidad, podría ser menor o incluso revertir a déficit.

El total de intereses no contabilizados podría restar alrededor de 1,8 puntos porcentuales del PIB al resultado financiero de este año. La consultora PxQ estimó en su monitor fiscal que, si los intereses de las Lecap se incluyeran en el resultado financiero, a junio pasado el balance arrojaría déficit.

En otras palabras, el superávit fiscal financiero también es mentira.

Recortes en partidas presupuestarias.

Las podas sin criterio ni de eficiencia y productividad en diversos rubros exhiben un alto grado de desconocimiento sobre el papel y funcionamiento del Estado.

Un caso emblemático, que define lo que es la concepción libertaria del desarrollo, es el desfinanciamiento del área de Ciencia y Tecnología. El presupuesto científico para este año será el más bajo de los últimos 20 años. Equivale a apenas el 0,216% del PIB.

El «cientificidio», como el ahogamiento financiero de las universidades, es sólo un ejemplo de la destrucción presupuestaria de estas partidas. La paralización de funciones básicas del Estado, así como el desfinanciamiento de áreas sensibles, es insostenible. Por tanto, también es un mecanismo de ajuste fiscal.

El superávit en las cuentas públicas de Milei es entonces insostenible.

El presidente Javier Milei muestra la motosierra sobre las cuentas públicas, pero el superávit fiscal engaña. Imagen: Bernardino Ávila.

La motosierra no es una buena política fiscal

El informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas señala que, en nueve meses, las cuentas del sector público nacional acumularon un superávit financiero de 2,4 billones de pesos, equivalente al 0,4% del PBI.

Los rubros que más contribuyeron al ajuste fueron el gasto de capital, jubilaciones y pensiones, subsidios a la energía, programas sociales, salarios públicos y subsidios al transporte.

Indica que el gasto primario tuvo una reducción del 27% en términos reales; La paralización de la obra pública implicó una caída del gasto del 78,5%; Las transferencias corrientes a provincias disminuyeron un 70% y se eliminaron las transferencias por obras en las provincias.

Los jubilados son la principal variable en el ajuste de Milei

El informe de PxQ señala que en El gasto primario acumulado en nueve meses se redujo un 29%, debido principalmente a la caída del gasto en prestaciones sociales y de capital (obras públicas).

El informe de coyuntura actual del Instituto de Trabajo y Economía (ITE)-Fundación Germán Abdala destaca que los beneficios sociales han sido el principal factor de ajuste. Detalla que más del 50% de este gasto se destina a jubilaciones y pensiones, y si se suman los bonos, pensiones no contributivas y gastos del PAMI asciende a casi el 80% de este rubro.

El discurso oficial presenta como un logro lograr un ligero crecimiento de las pensiones (sin contar las bonificaciones) respecto al nivel de 2004. Pero incluso un jubilado que recibe una pensión superior al mínimo recibió en octubre una prestación un 7% superior al mínimo. noviembre de 2023, pero un 13% inferior al de septiembre de ese mismo año (último aumento del gobierno de Alberto Fernández).

Los jubilados que perciben el mínimo, que el año pasado lograron mantener el poder adquisitivo gracias a los bonos, tienen un mayor ajuste. En octubre de 2024, un jubilado con salario mínimo ganará un 21% menos en términos reales que en septiembre de 2023 y un -14,4% respecto al mismo mes del año pasado.

También se recortaron otros beneficios para los jubilados. Además de la menor cobertura de medicamentos por parte del PAMI, esta organización también suspendió desde enero un programa de alimentación mediante el cual en los últimos tres meses del año se transfirieron 15.000 pesos a jubilados mayores de 60 años que ganaban hasta un salario mínimo y medio. Si este monto se suma a las jubilaciones del año pasado, a Para los jubilados con ingresos mínimos, la caída anual en octubre alcanzó el 23,5%.

El «cientificidio», como el ahogamiento financiero de las universidades, es sólo un ejemplo de destrucción presupuestaria. Imagen: Sandra Cartasso.

Defund para desmantelar la red de protección social

El documento del ITE pregunta: ¿qué pasó con el resto de las políticas de ingresos? Para responder: el gobierno implementó una drástica reconfiguración de las políticas de ingresos, congelando nominalmente una gran cantidad de programas (por ejemplo, Potenciar Trabajo y Progresar), otorgando aumentos nominales por debajo de la inflación en otros (Asignaciones Familiares y el programa Alimentar) y reforzando algunos específicos. (AUH y Programa Mil Días).

Explica que si bien es cierto que la AUH muestra valores históricamente altos -llegando a casi el doble en términos reales respecto de noviembre de 2023-, esto no implica que los beneficiarios reciban un monto de bolsillo récord, como sugiere la narrativa oficial. .

¿Porque? Porque gran parte de quienes reciben la Asignación Universal también reciben el beneficio del programa Alimentar, que no sólo no ha recuperado su nivel previo al cambio de gestión, sino que ha seguido deteriorándose. Entonces, Si se consideran ambos beneficios en conjunto, el nivel actual es un 20% inferior al recibido a principios de 2022.

El círculo vicioso del ajuste

En una economía bimonetaria con elevada deuda en dólares y sin acceso al mercado voluntario de crédito internacional, el tema fiscal se vuelve clave. Ahora bien, la necesidad de consolidación fiscal, porque, debido a las sucesivas crisis, la financiación monetaria del déficit también se ha visto restringida, debe ser coherente. Como se puede comprobar con un análisis riguroso de la gestión de las cuentas públicas, El ajuste fiscal de Milei no lo es.

No es ningún misterio que la vía fiscal libertaria no es sostenible. La estrategia de equilibrar las cuentas públicas a partir de la licuefacción de las pensiones es frágil. Además de que es regresivo y genera tensiones políticas, aumentan los reclamos judiciales (pasivos contingentes de las cuentas públicas) contra la Anses.

El equilibrio de la política fiscal del dúo Milei-Caputo es aún más débil porque ha arrojado a la economía hacia El círculo vicioso del ajuste.: la caída del gasto público provoca una reducción del nivel de actividad económica general que afecta a los ingresos tributarios, siendo necesario un nuevo ajuste para buscar el equilibrio o el superávit.

Como cada vez será más difícil de lograr, el sorteo contable de las cuentas públicas será más intenso porque sin esa bandera política libertaria, lo que se licuaría sería la propia Milei.

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