Envalentonado por algunos datos aislados y parciales, el presidente Javier Milei pidió al ministro de Economía, Luis Caputo, que ordene a los ministros del Gabinete salir a hablar una recuperación de la economía “con cifras superiores al año 2023”. Casi todos lo hicieron, incluido el titular de Diputados, Martín Menem. Después de haber trabajado desde enero con un relato de la mejora de la «V», la «pipa» de Nike y otros argumentos que no quedaron demostrados en cifras, el Gobierno volvió hoy a la carga con una comparación que no describe el escenario actual y obliga a precipitarse. lecturas.
Esto no sólo se percibe en el análisis de los datos, sino en la voz de economistas de distintas tendencias, que fueron consultados por Página I12. Todos coinciden en un título central: que la recuperación es heterogénea, impulsada sólo por tres sectores que ya iban bien (minería, energía y agricultura) y con tres motores vitales apagados (industria, construcción y consumo masivo). Asimismo, es falsa la afirmación de que la actividad ya está en niveles de 2023: diferentes estudios muestran que está entre 2 y 4 puntos por debajo de los niveles dejados por la gestión de Sergio Massa, dependiendo de si en el cálculo se tiene en cuenta el impacto de la agricultura post-sequía o no.
Según conoció este diario, lo que motivó al Presidente a construir un nuevo relato parcial fueron las cifras que la CAME difundió el domingo.: una mejora intermensual en las ventas del 7,4 por ciento en octubre y un aumento del 2,9 interanual. «El consumo está subiendo», afirmó el presidente, según fuentes que lo frecuentan. En unos días, el Gobierno tendrá la confirmación de la parcialidad de esa postal. El consumo en supermercados, barrios y tiendas chinas mostrará, en octubre, una caída de entre 23 y 24 puntos respecto al año pasado. La cifra más alta del año que advierte que 2024 será un año récord: por primera vez en la historia se acumularán 12 meses consecutivos de caída en las ventas de los supermercados, algo que no ocurrió ni en la parte más feroz del ajuste de Mauricio Macri.
En este contexto, la teoría de Milei de mejores números que en 2023 pierde fuerza rápidamente. Haroldo Montagú, propietario de la consultora Vectorial, dijo a este diario que «El cálculo que compara el EMAE de diciembre de 2023 con el de agosto de 2024 esconde una trampa que es comparar con un mes (diciembre de 2023) donde ya se había producido la devaluación. Si comparamos contra noviembre de 2023 (predevaluación) el EMAE de Agosto «Aún está 2 puntos porcentuales abajo, es decir, no se ha recuperado».. El especialista también agregó que si se compara incluso con los meses previos a la devaluación de agosto luego de pasar 2023, el EMAE de agosto de 2024 está casi 3 puntos porcentuales por debajo. Como siempre, esto marca los efectos recesivos que tiene una devaluación en el país en términos de actividad económica».
Con agricultura y sin agricultura, muy mal
En la misma línea expresó Martín Rapetti, titular de Equilibra. «La recuperación se está dando, pero no como dice el Gobierno, no hay V ni igualdad con 2023». En un trabajo de su firma se ve que el EMAE total al 23 de noviembre, tomando base 100, era de 96,8, y hoy es de 95,3. Ahora, sin agricultura, el día 23 tiene un EMAE de 96,2 frente a un EMAE de septiembre de 2024 de 94,6. Lo más llamativo es la comparación del consumo masivo: el 23 de noviembre estaba por encima de 100 y hoy apenas supera los 80.
Fausto Spotorno, despedido del equipo de asesores económicos de Milei por ser crítico, es uno de los líderes de la consultora Orlando Ferreres. Es de los que apoya la línea oficial, pero también dice que la realidad no es la que propone el Presidente.. «Hay dos cosas que son seguras, una es que la actividad está en recuperación, tocó fondo en marzo, lleva seis meses recuperándose. Eso es técnicamente el fin de la recesión. Ahora bien, no todos los sectores están en la misma onda Los coches, los electro, las motos suben, el sector inmobiliario sube, pero hay otros que no parecen recuperarse, por ejemplo el comercio minorista está plano, no muestra recuperación, como también ocurre con el turismo, la hostelería y la restauración. .
Con una tendencia diferente a Spotorno, Federico Machado, de la consultora Open, coincide con el diagnóstico. «Es completamente falso que la actividad esté en niveles similares a los de noviembre de 2023. Es en diciembre, pero la devaluación que hizo Milei ya había impactado ahí. Este índice esconde heterogeneidad, tienes tres sectores que están por encima del año pasado, que son la agricultura, la pesca y la minería, lo que tiene que ver con factores ajenos a la situación macro. Después, todo queda muy atrás del año pasado, especialmente la construcción, la industria y el comercio, que son los tres más urbanos de la economía. Por eso no se queda en el bolsillo de la gente».
El diablo está en los detalles.
Según Audemus, la consultora del exministro Matías Kulfas, de 32 sectores hay 14 que están peor que en noviembre de 2023, entre ellos consumo, producción industrial y construcción, esta última categoría pasó de una caída de 2 a una caída de 24. Vale decir que la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió una caída de la producción de 7,4 en agosto y espera una caída un poco menor en septiembre. Las fábricas llevan 15 meses consecutivos en números rojos.
Algo parecido ocurre con la construcción. El Grupo Onstruya, que agrupa a productores de insumos para la construcción, registró ventas que pasaron de caer un 16,5 por ciento en julio a un 22 por ciento en septiembre, y los envíos de cemento pasaron de caer un 26 por ciento a un 18 por ciento. «La recuperación es muy desigual – dice Dany Schteingart, de Fundar y uno de los especialistas más obsesivos con el manejo de cifras – en el agregado no se ve lo que dice el Gobierno. El último EMAE estaba todavía por debajo de 2023. Si le quitamos la agricultura es aún peor».
a eso se refiere Martín Kalos, jefe de consultoras EPyCA. «La recesión efectivamente terminó, el problema no es el nivel general de actividad, sino la heterogeneidad que existe en los sectores. Hoy tenemos tres sectores que están subiendo, que ya estaban creciendo porque la agricultura tiene que ver con el fin de la sequía, la energía en expansión en estos años, ya estaba ocurriendo. El resto de sectores, los sectores del mercado interior, siguen en depresión, 20 o 15 menos que hace un año, sin mucho impulso para una recuperación. Más allá de algunos nichos de alto poder adquisitivo, que pueden estar incrementando algo de consumo, el resto sigue teniendo rentas por debajo de las que tenían hace un año, deprimidas. El consumo puede repuntar, pero no impulsará una recuperación, no la que el gobierno quiere imaginar. La inversión tampoco. La recesión ha terminado para algunos sectores, pero para otros sigue siendo tan válida como siempre.