Acaba de salir una encuesta. Registro de Des MoinesEl principal periódico de tendencia conservadora de Iowa, que indicó, sorprendiendo a todos, que Trump perdería en ese estado (dentro del margen de error). Iowa no es uno de los “estados campo de batalla”. El contexto general en las encuestas nacionales es de virtual empate.
La sorpresa es porque Trump venía ganando por mucho, siempre en las encuestas. Iowa es un estado que tradicionalmente votó por los republicanos por márgenes considerables. Cómo afectará la proyección de Iowa al mapa del Colegio Electoral americano con sus 6 votos, ningún experto se atreve a aventurar. Por eso, esta información de última hora, a menos de 24 horas del inicio de las votaciones del martes 5 de noviembre, tiene molestos a todos los analistas.
A todo ello, de un total de posibles electores que podrían alcanzar los 210 millones, 76 millones en la mañana del día 4 ya emitieron su voto. Estos votos, al no contarse hasta después del martes día 5 -dado que el recuento del voto anticipado se retrasa debido a requisitos adicionales para garantizar la identidad del elector-, añade más incertidumbre al conocido menú del colegio electoral.
El comando electoral demócrata da por seguro que Trump sólo reconocerá un resultado que le sea favorable, lo que daría pie al Poder Judicial, que ha sabido actuar, como es tradición en EE.UU., contra el voto popular.
Es cierto que la votación anticipada tradicionalmente favorece a los demócratas. Pero en 2024 surge otro dato que añade incertidumbre: los republicanos también habrían votado en gran número, pero las fechas que se imponen para el proceso de escrutinio del Colegio Electoral, es decir, el mecanismo creado por los “padres fundadores” en 1787 para evitar lo que vieron como el peligro de que “la mayoría predomine”, como dice The Federalist “tres veces”. Ese número no se conocerá hasta mucho después del 5 de noviembre.
La última “encuesta de seguimiento” realizada por la encuesta de seguimiento interno del Partido Demócrata indica que de los siete estados “indecisos”: Kamala Harris ganaría en Pensilvania, también en Michigan; empataría en Wisconsin y también en Nevada; y perdería ante Trump en Carolina del Norte, Arizona y Georgia. En todos estos casos, las diferencias porcentuales que expresan el margen de error fluctúan, según la muestra de cada encuesta, entre el 1% y el 3%.
Por tanto, la desesperación del comando electoral del partido demócrata, que se ha cuidado de no hacerse pública, tiene en cuenta este abanico de incertidumbres al que se suma el voto latino no sólo en Pensilvania, que con 19, acumula la mayor cifra. de votos en el Colegio Electoral de los estados indecisos.
Trump, con su tendencia a mentir, y no medir sus acusaciones, llamó a Puerto Rico una isla del mal… y a los puertorriqueños y latinos como criminales. Estos “latinos” constituyen el grupo que más ha crecido numéricamente en la última década. Ya sean de México, o de países centroamericanos. Estos últimos se encuentran legal o ilegalmente ubicados en el sur y oeste de Estados Unidos.
La pesada nube de incertidumbre que pesa sobre el comando demócrata les llevó a convocar en la madrugada del 4 de noviembre a un experto en campañas electorales que desempeñó un papel predominante en las dos campañas electorales de Barack Obama y en la de Hillary Clinton. Un embarazo avanzado de 8 meses hizo que esta experta, que prefiere el anonimato, optara inicialmente por quedarse en casa. Pero debido a la incertidumbre, sobre todo con el voto latino, el comando electoral demócrata no dudó en pedirle que se desplazara en coche. los 144,84 kilómetros que separan Washington DC donde reside, hasta Delaware donde opera el comando demócrata.
El Colegio Electoral, que se reúne por separado en cada estado y en la capital, Washington DC, cuenta con un total de 538 electores. El número clave que determina quién será presidente es 270, si no hay empate, en cuyo caso interviene el Congreso, que puede tener en cuenta o no el voto popular.
Estos extremos de incertidumbre surgen del hecho de que el Congreso de Filadelfia, al redactar en secreto la Constitución de los Estados Unidos en 1787, insistió en crear obstáculos a la expresión directa del voto popular debido al temor confesado de las mayorías que habían estado presionando por una reforma agraria. reforma.
El sesgo antidemocrático de la Constitución estadounidense es reconocido por los constitucionalistas y teóricos de la democracia, pero el mito arraigado de la excelencia de la Constitución estadounidense ha estado impidiendo cualquier reforma.
* Ph. D., Universidad de Cambridge, Investigador Asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge (Centre of Latin American Studies – CLAS).