Australia está trabajando en un proyecto de ley que tiene como objetivo prohibir el uso de redes sociales a personas menores de 16 años. Los planes fueron confirmados por Anthony Albanese, el primer ministro de la nación, según un informe de Reuters. El funcionario advirtió que plataformas como TikTok, Instagram y Facebook “están perjudicando a nuestros niños y les voy a poner fin”.
Albanese señala que el uso excesivo de los servicios de interacción social plantea riesgos para la salud física y mental de los usuarios más jóvenes. Cita en particular representaciones dañinas de la imagen corporal y la proliferación de contenidos misóginos. Afirma que su administración ha diseñado “un paquete de medidas líder a nivel mundial” que podría legislarse en los próximos meses y convertirse en ley a finales de 2025.
Los mecanismos de control incluidos en esta iniciativa superan en rigor a cualquier otro esquema regulatorio existente en la materia. Las autoridades australianas están probando un sistema de verificación de edad biométrica y otro basado en documentos oficiales. Hasta la fecha, ninguna jurisdicción en el mundo ha intentado utilizar métodos similares para restringir el acceso de los niños a las redes sociales.
El límite de edad establecido en la propuesta legislativa de Australia se considera el más alto del mundo. La normativa no considera exenciones por conocimiento de los padres ni por cuentas preexistentes. «Las plataformas de redes sociales tendrán la responsabilidad de demostrar que se están tomando medidas razonables para impedir el acceso», anticipa Albanese.
Michelle Rowland, titular del Ministerio de Comunicaciones, ha detallado que redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y X (antes Twitter) estarán sujetas al nuevo marco legal. Es posible que YouTube se una a la lista en una segunda revisión. «Lo que estamos anunciando aquí y lo que legislaremos estará verdaderamente en la vanguardia mundial», celebró el ministro.
El Digital Industry Group, organismo representativo del sector tecnológico, advierte que la severidad de la norma podría alentar a los adolescentes a explorar partes no reguladas de Internet, lo que plantea múltiples amenazas. Sunita Bose, directora ejecutiva de la organización, enfatiza que «mantener a los jóvenes seguros en línea es una prioridad absoluta. Pero la prohibición propuesta es una respuesta del siglo XX a los desafíos del siglo XXI. En lugar de bloquear el acceso mediante la privación, debemos adoptar una postura equilibrada abordar y crear espacios apropiados para la edad, promover la alfabetización digital y proteger a los niños de los riesgos en línea«.
El debate sobre el uso de las redes sociales entre menores y sus implicaciones en la salud mental no encuentra consenso. En mayo, Vivek Murthy, director de salud de Estados Unidos, advirtió que la estancia excesiva y prolongada en servicios de interacción social en la infancia puede provocar diversos problemas de salud mental, incluidas alteraciones del sueño y dificultades relacionadas con el medio ambiente.
Por el contrario, un informe de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) encontró que el uso de plataformas de redes sociales “no es inherentemente beneficioso ni perjudicial para los jóvenes”. Señaló que se deberían realizar más investigaciones sobre el tema.