Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos dicen que hay más trabajadores de la industria ganadera infectados con la cepa H5N1 de gripe aviar de lo que se estimaba inicialmente. En un ensayo de control con trabajadores lecheros en Michigan y Colorado, dos de los estados más afectados por la gripe, se encontró que la tasa de infección era del 7%. Antes de la aparición de esta nueva cepa, la tasa de infección por el virus entre los trabajadores agrícolas era del 0,6% en todo el mundo.
La propagación de la cepa altamente patógena 2.3.4.4.b del virus H5N1 en las granjas lecheras comenzó en marzo de 2024. Los informes más recientes indican que la infección estaba latente y no identificada desde diciembre de 2023. Esta fue la primera vez que el virus característico de las aves de corral logró infectar a las vacas. En varios estados federados incluso se encontraron rastros del patógeno en la leche de los supermercados, aunque sólo los lácteos no pasteurizados resultaron peligrosos.
El brote entre el ganado lechero fue contenido y el suministro del producto nunca estuvo en riesgo. Durante la crisis de la gripe aviar, los trabajadores de la industria fueron el elemento más olvidado en la cobertura médica y mediática. Según la revista CienciaSe notificaron oficialmente 46 infecciones humanas por gripe aviar, 45 de las cuales estaban directamente relacionadas con el contacto con aves de corral y ganado. La muestra obtenida recientemente por los CDC revela un panorama inquietante y sugiere que el número real de infecciones humanas podría ser mayor.
Los trabajadores tenían gripe aviar y no lo sabían
Durante dos meses, los CDC recogieron sangre de 115 trabajadores de granjas afectadas por el virus H5N1, con la intención de identificar anticuerpos contra algunos de los clados más contagiosos del patógeno. De todos ellos, ocho demostraron haber tenido una infección y sólo cuatro recordaban algún síntoma asociado. Quienes tenían anticuerpos eran trabajadores que ordeñaban vacas o limpiaban los cuartos donde se realizaba el proceso.
Hasta ahora, los casos de infección han sido leves o asintomáticos. Tampoco hay evidencia que indique transmisión de persona a persona. Los científicos recomiendan no bajar la guardia. Una mutación aleatoria en el virus de la gripe aviar podría cambiar su comportamiento y convertirlo en una enfermedad humana transmisible con potencial pandémico.
«Este hallazgo resalta la necesidad de monitorear activamente a los trabajadores expuestos evaluando la presencia de síntomas leves y proporcionando un entorno seguro que fomente la notificación incluso de enfermedades leves y permita un tratamiento rápido con antivirales para prevenir la progresión a una enfermedad grave, sin riesgo de repercusiones en términos de seguridad laboral y compensación», explicó el CDC en su informe.
Existe evidencia que afirma que el virus de la influenza aviar se transmite de manera eficiente y sustentable en los mamíferos. El clado que afectó a las vacas lecheras en Estados Unidos es el mismo que ha estado presente en osos polares, gatos, zorros, ratones, hurones, perros e incluso leones marinos.