Racing está en un gran momento. Juanfer Quintero también. Y por supuesto, van de la mano. La Academia casi no piensa en otra cosa que en la final de la Copa Sudamericana -el sábado 23 contra Cruzeiro en Asunción- y aún así logró su tercera victoria consecutiva en la Liga Profesional, para quedar tercero cinco puntos detrás de los líderes. Por su parte, el colombiano anotó este domingo ante Rivadavia Independiente su tercer gol en sus últimos tres partidos e hizo delirar el Cilindro medio lleno por la sanción de Aprevide.
De todas formas, no todo fue alegría para los locales en Avellaneda. la cosa es Una siesta importante de Agustín Almendra al momento de reventar un balón le valió el 1-0 a los mendocinos. El centrocampista pensó que se había pasado la ronda, algo que Sebastián no hizo Villaque se escapó por la banda derecha y asistió ramis para que puedas enviarlo a almacenamiento sin mayores inconvenientes.
El exBoca colombiano fue el más peligroso de los de Rivadavia (también fue interesante el volante Luis Sequeira), aunque Racing pudo desactivarlo por fuera de juego no sin algunos sustos -hasta que el liniero izó la bandera-. Villa también fue protagonista de la fanáticos, quienes le recordaron una y otra vez su historial judicial.
La reacción académica no se hizo esperar. Quintero sacó rápido un córner, Martirena mandó el centro y Maravilla Martínez apareció detrás de todos para ganar de frente contra un fondo rival algo distraído.
El goleador también está bien y, tras un bajón a principios de semestre, suma cuatro goles en sus últimos siete partidos. Y desde que llegó a Avellaneda, nada menos que 28 en 45. Tremendo.
Otro que hizo un buen partido fue su colega. Maxi Salas, que a base de esfuerzo y picardía -lo suficiente para sacar rápidamente al equipo del 2-1 vs. Corinthians- gana cada vez más corazones. Contra Rivadavia pidió tanto el balón para patear detrás del lateral izquierdo del rival que se le debió cansar el brazo y la pierna izquierda. Aunque el gol no se dio, el 7° se fue con grandes aplausos.
También cabe destacar el papel de la lluvia en el cilindro ya que desató su mayor fortaleza recién durante el entretiempo, para no influir demasiado en el juego. Pero mucho más notable fue, como ya se señaló al principio, lo que le ocurrió a Juanfer. El colombiano jugó todo el partido, tuvo mucha movilidad y fue cambiando de frente; Racing recurrió a esta metodología en innumerables ocasiones. Y Cuando parecía que el empate era cuestión de criterio, al 87, marcó un tremendo zurdazo de tiro libre que hizo delirar al 50% del Cilindro, que delirante volvió a corear su nombre..