Desde montevideo
Era marzo de 2020 y Álvaro Delgado, nuevo secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou, comenzaba a dar conferencias de prensa sobre la situación de la pandemia en Uruguay. En un contexto de incertidumbre (global), actuar como portavoz le dio visibilidad ante la opinión pública.
Delgado también Tuvo que enfrentar cuestionamientos de la fiscalía, el periodismo y la oposición en el caso Astesianoel ex custodio presidencial que proporcionó pasaportes falsos a ciudadanos rusos y acabó en prisión en septiembre de 2022.
El secretario de Lacalle Pou admitió que la contratación de Astesiano «fue un error» y aseguró que «hubo un engaño» porque le habían solicitado sus antecedentes penales y no aparecieron. Sin embargo, medios uruguayos informaron que el exjefe de seguridad tenía un expediente con más de 20 notas.
Desde el primer momento, Delgado sostuvo que la Presidencia desconocía los hilos de la trama corrupta. Hace un mes el propio ex custodio se pronunció en un vídeo. “Alvarito, habla de ti, habla con la gente de ti, déjame en paz. Ya pagué”, dijo sobre el tiempo que estuvo detenido.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva (sede de gobierno) con su amigo personal Lacalle Pou y correligionario del Partido Nacional, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
Ingresó a la política luego de haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agrícolas. Delgado se graduó como médico veterinario en la Universidad de la República en 1995. Fue en esa institución educativa donde se acercó a la militancia gremial estudiantil, lo que, según el actual candidato, marcó su estilo dialógico.
En la facultad de veterinaria conoció a su actual esposa, Leticia Lateulade, con quien se casó en 1997 y tuvo tres hijos: Agustina, Felipe y Pilar. Delgado, de 55 años, se educó en colegios católicos de Montevideo, fe que profesa.
De ideas conservadoras, Como diputado, Delgado votó en contra de la ley del aborto, aprobada en Uruguay en 2008.. El Partido Nacional encarna la resistencia de una parte de la sociedad a la agenda de derechos que se aprobó durante los 15 años de gobierno del Frente Amplio. Por el contrario, la coalición de izquierda se define a sí misma como un partido feminista.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de «cavernícola» por llamar «bombón» a su candidata a la vicepresidencia, Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un «error» y una «broma desafortunada», admitió más tarde la ex mano derecha de Lacalle Pou.