La violencia digital contra mujeres y disidentes no es un fenómeno nuevo, pero ha crecido exponencialmente en los últimos años, según el más reciente informe de Luchadoras, un colectivo cibernético y transfeminista con 12 años de trayectoria, que habita tanto el espacio digital como el físico. aprovechar e incidir en las tecnologías al servicio de los derechos digitales y las luchas feministas.
Su trabajo se centra en promover procesos de transformación política, tanto personal como colectiva, a través de la creación y difusión de relatos, la apropiación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, la construcción de una Internet libre de violencia y la generación de espacios de encuentro que reivindiquen y dignifiquen el conocimiento, fuerza y poder de las mujeres, las niñas, los jóvenes y los disidentes.
“Luchadoras lleva 12 años habitando el espacio físico y digital. Desde el principio buscamos incidir en las tecnologías para promover los derechos digitales y las luchas feministas. En 2017 publicamos un informe con una tipología de 13 formas de violencia digital, que nos posicionó como un referente. La Línea de Apoyo nació en 2020 como una respuesta formal a la creciente necesidad de apoyo en casos de violencia digital, especialmente durante la pandemia”, explica Mariel, psicóloga que apoya la línea de apoyo de Luchadoras.
Para Luchadoras es fundamental fomentar la autonomía, la agencia, el placer seguro, la dignidad, la creatividad y la co-construcción de herramientas y espacios inclusivos. Han contribuido a la comprensión de cómo mujeres y disidentes viven la violencia digital en México, con el objetivo de identificar, visibilizar y reconocer sus impactos, y acompañarlas en estos procesos.
El colectivo enfatiza que el entorno digital no es neutral: reproduce y amplifica sistemas sexistas, patriarcales, heteronormativos, clasistas, racistas y capacitistas que también se expresan en los espacios digitales, generando nuevas formas de violencia. Estas violencias estructurales, presentes más allá de la esfera digital, se adaptan y articulan con las tecnologías, requiriendo un enfoque integral para ser nombradas, confrontadas y transformadas.
Luchadoras ha creado la Línea de Apoyo (LA), una respuesta feminista a la violencia digital. Desde su surgimiento, AL se ha consolidado como una alternativa clave ante un entorno que aún no prioriza la violencia digital como un problema relevante. Este espacio es parte de una estrategia amplia que busca construir una Internet feminista, libre de violencia, en la que todas las personas puedan ejercer sus derechos y libertades de manera segura y digna.
“A pesar de ser una fila pequeña, con solo dos personas asistiendo, hemos recibido más de 2.300 solicitudes. Esto demuestra tanto la magnitud del problema como la confianza que la gente deposita en nosotros. Sin embargo, no siempre es posible resolver cada caso por completo, ya que muchas de estas violencias no tienen soluciones rápidas. Nuestro objetivo es acompañar y ofrecer un espacio de escucha y apoyo, para que las víctimas sepan que no están solas”, explica Gisselle.
Desde la creación de su Línea de Apoyo (LA) en 2020, este colectivo transfeminista ha registrado más de 2.000 solicitudes de ayuda, con un pico de 572 agresiones solo en 2023.
Pandemia y violencia digital: el detonanteEl confinamiento por la COVID-19 aceleró el uso de herramientas digitales, pero también intensificó la violencia en línea. Según el informe, en 2020 se reportaron un promedio de 143 llamadas de auxilio relacionadas con la violencia por hora, lo que pone de relieve el carácter estructural de este fenómeno.
“El 57,8% de los casos que atendemos están relacionados con Meta plataformas, como Facebook, Instagram y WhatsApp. Facebook, en particular, se ha convertido en un espacio prolífico de ataques debido al volumen de datos personales que históricamente han compartido los usuarios. En TikTok, aunque hemos recibido menos denuncias, hemos identificado ataques masivos organizados, que generan un mayor impacto por la velocidad y alcance de la violencia”, explica Mariel.