Hay para todos los gustos. Las razones que explican que el modelo económico de Javier Milei ha generado el éxodo, el cierre o la crisis de los gigantes comerciales, son variados. En las últimas horas Sancor y los grandes de Agro Los Gobo y Agrofina se presentaron a los acreedores, afectados por los precios internacionales y la caída en las ventas, ambos al borde de una crisis financiera casi terminal. En ese grupo, también debe enumerar la firma Red Surcos, que también envió una nota a la Comisión Nacional de Valores (CNV) advirtiendo que está competido.
Paralelamente, la recesión y el dólar congelado pusieron otro escuadrón de firmas para importar casi todo (sector textil y recientemente el Nissan Automotríz), perdiendo producción; y al resto de los sectores que buscan la salida. Tan lejos del gobierno libertario cerró 12000 empresasCon la particularidad que no solo fueron las PYME afectadas, sino también grandes capitales. Hay más de una docena de firmas de peso, de todos los artículos, que tomaron decisiones drásticas para la crisis.
En la lista de salidas, ENAP, Fresenius, Procter and Gamble, Xerox, Clorx, Prudential y HSBC aparecen. Mientras que muchos otros se estaban reduciendo, con casos de emblemas como Whirlpool y la firma sanitaria FV, que suspendió a 800 trabajadores a fines del año pasado. Esta situación que muestra que no solo la caída en las ventas explica el fenómeno, sino que el supuesto orden macro no parece ser tan sólido como se vende.
El caso particular de la agricultura, además, es un fenómeno 100 por ciento milei. Un informe del consultor de vectores, presidido por el ex viceministro Haroldo Montagu, dijo sobre el tema que «el incumplimiento de Gobo y Agrofina ya está calificado por algunos sectorialistas y medios especializados» Megadefault «y comparable con el incumplimiento de Vicentín». También agregan que «el episodio solo permite una lectura: con esta tasa de cambio, este nivel de precios internacionales y estos costos internos (en dólares), la actividad no es rentable».
Sancor, acorralado
Aunque Sancor proviene de una crisis de años, en el gobierno de Milei la caída en las ventas internas terminó mintiendo. Si uno observa los informes de exportación de la cadena de lácteos, los números no son del todo malos, pero para las compañías del mercado interna, el escenario es de Catátsrofe.
Por lo tanto, Sancor solicitó ante el juez de Rafaela la apertura del concurso. Días antes, debería recordarse, ya había lanzado a más de 350 empleados e incluso la compañía estatal de energía en la provincia había amenazado con reducir el suministro de electricidad debido a la falta de pagos.
Uno de los mayores inconvenientes que tiene Sancor es que la recesión y la caída de los salarios, lo que golpeó las ventas, le impidió tener un flujo de dinero para enfrentar la crisis. De hecho, junto con la carne y el yerba mate, la venta de productos lácteos es lo que más cayó en 2024.
Una declaración con las razones
Para explicar por qué se llegó a esta situación, la compañía lechera emitió una declaración bastante detallada. Dicen que «después de cruzar una crisis profunda en 2017, la cooperativa inició un proceso de reestructuración que estaba cumpliendo diferentes etapas. Este plan incluía una instancia extrajudicial, así como la venta y cierre de varias unidades productivas, comerciales y administrativas».
También especificaron que «estas medidas permitieron una estabilización gradual de la situación que viajó por la cooperativa. Con el paso del tiempo, Sancor evaluó diferentes alternativas y mantuvo negociaciones con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso que promovió su recuperación. Luego, de dos años, esa iniciativa no prosperó, lo que marcó un punto crítico en el camino de la cooperativa.
En última instancia, la cooperativa explicó que «se relacionó 2023 hasta agosto de 2024, Sancor por razones que son de conocimiento público, vio reducir sustancialmente su operación, afectando su recuperación. A pesar de este panorama, Sancor continuó dialogando con nuevos interlocutores interesados en participar en el negocio, logrando Progreso significativo en estos esfuerzos.
El valor predeterminado de GOBO y AGROFINA
El rojo de 200 millones de dólares lideró al Gobo, la compañía que hoy está en manos de Victoria Capital Partners y con el 10 por ciento en manos de los hermanos Gustavo y Matilde Grobocopatel, para pedir una justicia comercial en justicia comercial. Agrrofina también se compite, una empresa de fertilizantes que pertenece al mismo grupo, lo que considera montos de cheques rechazados, entre otros pasivos importantes.
«Las empresas continuarán operativas y trabajando en una solución integral que ordena la situación comercial y su capacidad financiera. Priorizaremos nuestro compromiso con los productores, proveedores, colaboradores y clientes y continuaremos operando hasta la resolución de este concurso». dijo las empresas por medio de una declaración.
El corazón del problema del Gobo es que no pueden cerrar acuerdos con sus acreedores, en su mayoría bancos como Galicia, HSBC, Bapro, Supervielle, Hipotecy y Macro. El Grobo se conoció cuando Gustavo Grobocopatel comenzó a ser llamado «el rey de la soja», y desde allí creció en exponente. Entre sus activos, se enumeran 16 plantas de recolección y procesamiento de granos, operaciones en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos. Además de 34 ramas y 27 depósitos de entrada.
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