Susana Giménez Dio una entrevista televisiva en la que, entre otras cosas, dijo que las cárceles construidas por Nayib Bukele en El Salvador «son brutales» y que «aquí están superpobladas». «Algo significa que ha bajado los homicidios de 2000 a cero», dijo.
En la misma nota, es reFirmó el asesinato de su amigo y colaborador Gustavo Lanzavecchia en 2009: «Cuando fue asesinado de una manera cruel, sentí que no tienes que ser hipócrita. Lo dije y lo repito: el que mata tiene que morir. «Impuesto sobre la riqueza», dijo.
Finalmente, habló a favor de la administración del presidente Javier Milei y señaló que tanto Estados Unidos como el mundo, «ya lo aceptó» y celebró que el presidente «Cumplir con lo que prometió en la campaña». Antes, definió a Domingo Cavallo como «un genio».
«Creo que es mejor, indudablemente mejor. Está provocando impuestos poco probables. Para mí, lo único que le falta un poco es la inseguridad. Me parece que está haciendo las cosas bien, y Ahora no me da vergüenza decir que soy Argentina «cerró su discurso.
Giménez destacó en el cine, el teatro y la televisión, pero no ha estado exento de declaraciones altas y controvertidas a lo largo de su carrera. Especialmente del ciclo de televisión Hola Susanacon el que debutó en 1987, acumulando la calificación y convirtiéndose en «la diva de los teléfonos».
Un coche perezoso de papeles
Lo que muchos, con cierta condescendencia, llaman «espontaneidad» en el caso de la diva, tuvieron su primera gran irrupción en 1993, con una réplica que se volvió inolvidable. Antes de un invitado que habló sobre «Tenemos un pabellón donde hemos traído un dinosaurio de la Patagonia». El protagonista de La María Se las arregló para decir: «¿En serio? ¿Vivir?» En su defensa se puede afirmar que fue en el año del estreno de Parque Jurásico.
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Dos años después, en el estudio de Nuevo tiempoY con Carlos Menem recientemente reelegido, se le preguntó a Susana sobre su voto. Esa tarde de mayo de 1995, admitió a Bernardo Neustadt que había votado a favor de la reelección de Menem.
Antes, en 1991, el menemismo no había dudado en fogonar el escándalo de los automóviles para los discapacitados que realmente fueron para personas sin disminuciones físicas y pagaban menos. Era una forma de desviar la atención de Yomagate, el caso del lavado de dinero que involucró a Amira Yoma, cuñada de Menem. Uno de los nombres del tema de los autos fue el de Giménez, quien se escondió en una granja que un Mercedes Benz compró ilegalmente.
«No cometí ningún delito», dijo la diva, que tuvo que obligar a diez mil dólares para no ir a la presa. Su ex pareja, Ricardo Darín, fue arrestado mientras comía con su familia en un restaurante, horas antes de una audiencia en el Congreso para Yomagate. La causa de los automóviles prescritos en 1996.
Grassi y el Sheraton
1998 resultó para ella Annus horribilis. El año comenzó con un divorcio y terminó con un caso judicial. En el verano, se produjo la separación de Huberto Roviralta. El episodio fue ruidoso, con un cenicero que golpeó la cara del Pillaist. La diva se defendió a sí mismo en la televisión y cuestionó el Código Civil por tener que pagar propiedades, ya que en su opinión, Roviralta no había contribuido con ingresos durante el matrimonio. El divorcio resultó en diez millones de dólares en la cuenta bancaria de quién era su esposo desde 1988.
En octubre de 98 estalló El escándalo de comunicación dura (HC). La compañía suministró el software para el concurso telefónico «su llamada», que tuvo que pagar un porcentaje de los ingresos a la ONG feliz de los niños, dirigida por el sacerdote Julio César Grassi.
El sacerdote denunció que había sido liquidado menos dinero. Según él, le habían dado 400 mil pesos/dólares de un total de 1.4 millones, es decir, un tercio, y la casa que planeó construir requería un millón. Cuando Susana habló en cámara con el sacerdote en una nota que buscaba aclarar la situación, preguntó cuánto dinero faltaba. Grassi dijo que necesitaba 600 mil dólares. «Padre, pero ¿qué se está construyendo, el Sheraton?»Se las arregló para decir la costa de Alberto Olmedo. El rey de los exhortes En otra frase memorable.
El problema 0-600 resultó en Un juicio que determinó la absolución de todos los involucrados: Jorge Rodríguez (entonces un par de conductores), Jorge Born y otros dos socios (Mucho antes, Giménez había contribuido con los 600 mil pesos reclamados en la cámara por Grassi). El fallo fue en septiembre de 2002. Un mes después, una investigación televisiva reveló abusos de Grassi contra menores a su cargo en la fundación. Las nubes volaron sobre Grassi desde antes de la queja de Telenoché investiga y del juicio a sus antiguos beneficiarios. El sacerdote fue sentenciado a quince años de Prisiñon.
Los curiosos datos del caso 0-600 son que HC también apareció Rodolfo Galimberti, responsable en 1974 por el secuestro de Born, por el cual Montoneros cobró un rescate de 60 millones de dólares. Un cuarto de siglo después, secuestrador y secuestrado negocios compartidos.
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«El que mata tiene que morir»
En el verano de 2009, Gustavo Lanzavecchia, colaborador de la animadora, fue asesinado. «El que mata tiene que morir «Fue su reacción. «En Buenos Aires todo es malo. Siempre había ladrones, pero ahora los niños se ponen en alto, que es lo que los vuelve locos», dijo, y dijo que «todos saben» dónde se vende el Paco. «Aquí es donde los derechos humanos deben ponerse en el tema de Paco, porque continúa existiendo es un crimen contra la humanidad», agregó.
En 2020, en medio de la pandemia de Coronavirus, dijo: «Tuve una muy buena infancia, aunque en 55 hubo una revolución (liberadora) que se la llevó a Perón; lo que sé. Todavía vivía bien. Entonces, no tuve la custodia ni el conductor. Fui al teatro, regresé a las tres de la mañana al trabajo y no tenía miedo de nada, nunca «. La parte final de la frase fue entendida por muchos como una relativización sutil de Argentina de la dictadura de 1976.
En la misma entrevista dijo: «El populismo es muy peligroso. El otro día cuando vi la fila para comprar huevos, vi a Venezuela, ¿qué quieres decirte? Es un país que conozco mucho, porque he trabajado Mucho: hice dos películas, hice televisión y todo. Era el país más rico de América del Sur «. Y justificó el hecho del acuerdo en Uruguay para no pagar impuestos en Argentina. «Soy terror de que quieran convertirse en Venezuela», dijo.
En las últimas horas reafirmó su idea de que «el que mata tiene que morir», en la entrevista en la que reflexionó sobre Javier Milei y pidió prisiones como la de Bukele.
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